Celebramos el IV Domingo de Cuaresma. La lectura del Evangelio de Juan (Jn 3, 14-21) representa una de las intervenciones de Jesús como parte del diálogo nocturno que sostiene con Nicodemo, hombre prominente entre los judíos y fariseo. El Hijo de Dios alude directamente a su misión redentora que exige su paso por la cruz, pero que ha de liberarnos del pecado y ganar para nosotros la vida eterna.