Queridos hermanos y hermanas:
Al comenzar este nuevo año, desde el Santuario de Nuestra Señora de Luján queremos acercarles nuestro saludo lleno de esperanza y bendición.
Empezar un año más es un regalo de Dios, una muestra de su amor y de su confianza en nosotros. Nos da la oportunidad de renovar nuestro corazón, de fortalecer la fe y de caminar de su mano en cada paso que damos. En este tiempo especial, los invitamos a detenerse un momento para agradecer el don de la vida y mirar el futuro con los ojos de la fe.
Que el Año Nuevo sea un tiempo de gracia para todas las familias, un tiempo para redescubrir la paz que solo Jesús puede darnos, esa paz que llena el corazón y que nos impulsa a ser testigos de su amor en el mundo. Pidamos juntos que esa paz habite en cada hogar, que cure las heridas, reconcilie los corazones y llene nuestras vidas de esperanza.
Este tiempo también nos prepara para un momento de especial alegría y reflexión: el Año Jubilar 2025, un tiempo de gracia que la Iglesia nos invita a vivir bajo el lema «Peregrinos de esperanza». Que este nuevo año nos ayude a caminar con un corazón abierto hacia este gran acontecimiento, renovando nuestra fe, profundizando en nuestra comunión como pueblo de Dios y dejándonos guiar por la esperanza que nunca defrauda.
Desde este Santuario, donde tantos peregrinos confían sus sueños y desafíos a nuestra Madre de Luján, rezamos especialmente por ustedes. Que María interceda para que este nuevo año esté lleno de bendiciones, de salud, de alegría y de fortaleza para cada familia.
Que el Señor los acompañe y los guíe en este camino que comenzamos. Con todo el corazón, los bendecimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Feliz Año Nuevo, feliz 2025, juntos!