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Tres verdades en la Pascua

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Celebramos la Pascua del Señor. Paso, como nos lo dice la palabra Pascua, de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz. La imagen del sepulcro abierto nos hará descubrir que algo nuevo a sucedido. Veremos lo que nunca nadie nos había contado. La pascua es un lindo momento para alumbrar nuestra vida.

Hay 3 verdades que quisiera decir en este día. No son nuevas, ni son mías. Estas son verdades que el papa Francisco le recordó a los jóvenes en la encíclica Christus vivit. Hace unos días atrás, tuve la oportunidad de releerlas. Estas ideas me gustaron para decirlas en esta pascua. A veces tenemos la tentación de querer decir cosas nuevas y la novedad de la pascua pasa por lo que Cristo ha hecho por nosotros. El misterio, que se había callado durante la mañana del sábado santo, ha resucitado y comienza a expresar cosas novedosas a todos los que tenemos los oídos abiertos para escuchar. Las tres verdades son las siguientes:

La primera verdad es que Dios es Amor y que nos ama. Se que lo sabemos. Pero que bueno es repetirnos en nuestras vidas que Dios es un Padre que nos ama. No estamos solos, nunca lo dudemos, más allá de todo lo que nos esté pasando, recordemos que somos personas infinitamente amadas. Arrojémonos con confianza a los brazos de este Padre divino, de ese Dios que nos dio la vida y nos la da en todo momento.

La segunda verdad es que Cristo es quien nos salva. Su muerte en la cruz tiene un sentido profundo para todos nosotros. Él es quien se entregó por amor hasta el final. Sus brazos abiertos en la Cruz son el signo más precioso de un amigo capaz de llegar hasta el extremo. Este Cristo, que nos salvó de nuestros pecados, nos sigue salvando en el día de hoy. Miremos la cruz de Jesús y dejémonos salvar por él. Cada vez nos sintamos mal, cada vez que la tristeza invada nuestras vidas, cada vez que sintamos que tocamos fondo y que nos caemos, cada vez que nos sintamos aislado, miremos la cruz de Jesús y aferrémonos a ella. dejemos que nuestro mesías pelee las batallas y sintámonos redimidos por ese amor majestuoso que libera y pacifica nuestros corazones. El amor del Señor es más grande que todas nuestras contradicciones, que todas nuestras fragilidades y que todas nuestras pequeñeces. “Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez”.

La tercera verdad es que Jesús está vivo. Esta verdad hay que recordarla muy seguido, porque caemos en tentación de pensar en Jesús como algo del pasado, un recuerdo de hace mucho tiempo. Pensar así nos dejaría en la misma posición. pero si lo pensamos como alguien que vive, podemos hablar con Jesús sabiendo que nos escucha, que se preocupa de nosotros y nos acompaña. Podemos saber que nos sigue regalando su gracia, que nos trasforma y que nos sana. El que nos consuela, es alguien que vive. Es Cristo resucitado, lleno de vitalidad sobrenatural, vestido de luz infinita. Él vive y está presente en cada momento de tu vida.

En nuestras vidas no les puedo decir que no vamos a tener momentos donde nos desanimemos. no puedo decirles que no habrá dudas, o que no se renieguen. No les puedo decir que siempre van a comprender lo que les pasa. En la vida personal, hay mucho de misterio. Pero en toda situación, buena o mala, recordemos siempre estas tres verdades. Con ellas, caminemos seguros, sabiendo que Jesús vivo es la garantía de que el bien puede hacerse camino en nuestra vida, y de que nuestros cansancios sirven para algo. Entonces podemos abandonar los lamentos y mirar para adelante, porque con Él siempre se puede.

La Virgen de Luján, madre de la esperanza y de la pascua, les regale en este día la alegría de ver a Jesús resucitado en medio de todos nosotros.

Muy felices pascuas.

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Buenos Aires (Luján), domingo 31 de marzo de 2024. Domingo de Pascua.

Por el P. Lucas García
Rector del Santuario de Luján

 

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