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Turismo y Patrimonio

Una nueva propuesta para vos

El turismo religioso, así como el turismo, se presenta como un fenómeno múltiple, de carácter complejo, que abarca diferentes significados y motivaciones, pudiendo ser analizado y comprendido por medio de diversos abordajes. En este sentido, el turismo religioso puede ser una oportunidad significativa para el desarrollo del turismo, ya que los turistas con motivos religiosos se revelan más fieles a los destinos turísticos que visitan que los turistas con otras motivaciones. Pero la complejidad de estos lugares reside, también, en la diversidad de visitantes que recibe: peregrinos en busca de una experiencia religiosa y turistas que buscan satisfacer una curiosidad. También, se puede encontrar personas religiosas que viajan y deciden visitar lugares sagrados como parte de su viaje. Las motivaciones no son iguales para todos los visitantes: turistas, peregrinos y feligreses, todos tienen motivaciones o expectativas diferentes en sus visitas, unos vienen de lejos para visitar estos lugares, para otros son sus parroquias o centros de fe y devoción especiales en sus vidas. De todas maneras, el turismo religioso es un instrumento muy poderoso para crear conciencia y responsabilidad para proteger este patrimonio creando tolerancia y entendimiento entre las comunidades locales y los turistas.

Un gran reto para el desarrollo del turismo religioso es la gestión turística del patrimonio religioso, para lograr un equilibrio entre ser un lugar de culto y un atractivo turístico, dos funciones que en un comienzo parecen contrarias, pero que pueden funcionar de la mano, alcanzando una actividad organizada y eficiente.

En Argentina, la mayor parte del patrimonio religioso sigue siendo utilizado como lugares de culto por lo que conservan sus valores y tradiciones espirituales; la gran mayoría de los templos, iglesias, catedrales y santuarios que pertenecen al patrimonio cultural, pertenecen a la Iglesia Católica.

La Basílica de Luján, por su importancia espiritual, historia, belleza, riqueza artística y arquitectónica es considerada un atractivo turístico capaz de atraer por sí misma a visitantes locales, regionales, nacionales e internacionales.

Por su parte, el patrimonio religioso tiene un doble significado e importancia en la sociedad: religiosa y cultural. La importancia cultural, porque son representantes de la historia de una comunidad con su arquitectura y religiosa por ser centros espirituales y de recogimiento de gran acogida tanto para la comunidad local como para los visitantes.

Al desarrollar el turismo religioso en la Basílica Nacional Nuestra Señora de Luján, se quiere realzar las potencialidades de este patrimonio con su valor histórico, artístico y espiritual, creando un desarrollo sostenible en el territorio donde se encuentra.

Nuestra idea es recorrer el camino que ya han andado muchos santuarios, principalmente en Europa. Éstos fueron agregando una serie de servicios diversos como visitas guiadas, museos, exposiciones, muestras temporarias, tours especiales o actividades alternativas, restaurantes, hoteles propios, experiencias enogastronómicas, artísticas, educativas; realización de eventos culturales, espirituales, congresos, charlas, seminarios, conferencias; actividades de capacitación, formación y actualización académica, difusión y comercialización de catálogos fotográficos, patrimoniales, publicaciones, artesanías. Con el objetivo de facilitar la acogida de sus visitantes y satisfacerlos, lo que coincide con los principios de hospitalidad de: recibir, hospedar, alimentar y entretener. Pero en algunos santuarios, esta implementación de servicios fue efectuada sin planificación, atendiendo una necesidad inmediata o básica, sin considerar los estándares de calidad, provocando así la generación de propuestas poco compatibles con el perfil de los visitantes.

Para garantizar la satisfacción, la buena calidad en la atención y en el servicio, además de la hospitalidad es fundamental tener interesados en contribuir a alcanzar un buen resultado. Por esto, hemos creado en el santuario el departamento de Turismo y Patrimonio. Se trata de un equipo formado por profesionales de Turismo (Guías Superiores, Técnicos Superiores y Licenciados) además de Especialistas en la Gestión del Patrimonio, Turismo Religioso y Enoturismo; todos ellos liderados por los licenciados Romina Ramírez, Leonardo Ferrari y Sebastián Martínez.

El trabajo de este equipo potenciará las acciones de hospitalidad y la oferta de servicios turísticos para obtener ventajas competitivas en un destino religioso.

Convencidos de que el carácter comercial no elimina el elemento religioso, ya que la participación en las celebraciones surge de una actitud de fe, las actividades paralelas a las manifestaciones religiosas ganan una nueva dimensión como forma de atraer visitantes. Paralelas a las actividades religiosas, otras fuentes de diversión se convierten en un atractivo más en el circuito de la fe.

El patrimonio religioso es visitado por personas de una comunidad, turistas religiosos y peregrinos nacionales e internacionales. La función turística de los inmuebles religiosos con significados culturales debe ser gestionada eficientemente para cumplir con sus funciones espirituales y estar abiertos al público para visita y admiración, por lo que se necesita una adecuación del patrimonio para uso cultural y turístico; las personas que realizan este tipo de turismo buscan lo auténtico y lo identitario.

Este proceso de patrimonialización que se lleva a cabo en el santuario, específicamente para fines turísticos, integra actividades de protección y restauración, puesta en valor y promoción para motivar un gran número de turistas.

Comunícate con nosotros: turismoypatrimonio@santuariodelujan.org.ar

Te esperamos junto a María de Luján para compartir una verdadera experiencia sensorial.