El 4 de agosto se celebra la fiesta de San Juan María Vianney, más conocido por nosotros como el cura de Ars. ¿Quién fue este personaje tan importante para nosotros?
El cura de Ars fue un presbítero francés que vivió entregado a Dios e invito a sus pobladores a descubrir un camino hacia el cielo. Nació en Dardilly un 8 de mayo de 1786 y luego de sus estudios fue ordenado sacerdote un 13 de agosto de 1815. Luego de unos años como vicario fue enviado a Ars en 1818 para que asumiera el cuidado pastoral de este pueblo. Entre las virtudes que se le reconocen se destacan su humildad, su coherencia en la labor pastoral tanto en la educación de los niños como en el confesionario. San Juan María muere un 4 de agosto de 1859 en este pequeño poblado.
Mirando desde una cosmovisión histórica, me parece interesante ver en el Cura de Ars el modo que Dios tiene de hablar al mundo. El Señor sigue eligiendo lo humilde y lo que el mundo tiene por nada para darse a conocer. San Juan María Vianney vive en medio de la revolución francesa. Esta revolución fue un cambio de época que trae detrás de si cambios en la sociedad y el modo de percibir los valores dentro de la cultura. Según la historiografía clásica la revolución francesa se manca como el hito del comienzo de la era contemporánea.
Dentro de este mundo convulsionado por posiciones enfrentadas, luchas y guerras, Dios habla desde el corazón sacerdotal de esta persona que en un pueblo de 250 habitantes en la misma Francia hace volver a muchos a Dios. dentro de esos muchos, también están los miembros de la iglesia que tienen un papel importante en la confrontación de la revolución con el antiguo régimen. Dios nos habla a todos y se va manifestando a lo largo de la historia de maneras misteriosas. Lo importante es tener la capacidad de ver.
Los santos siguen siendo ese testimonio de amor de Dios para todos nosotros. Siguen ayudándonos a ver esta presencia de Dios. el cura de Ars, además del testimonio de todo lo que ha hecho en su vida por el cual lo proclamamos patrono de los sacerdotes, es también testimonio de que Dios sigue hablando en lo simple, y a pesar de que muchas veces no vemos, el Señor sigue haciendo crecer su reino como la levadura en la masa.
En este nuevo cambio de época que todos nosotros atravesamos por la revolución tecnológica creo que esta bueno pedirle a Dios y a la Virgen que nos regalen el don de la fe, para que, en vez de caer en la desesperanza y el desánimo, podamos descubrir esa nueva levadura con la que el Cristo sigue llamando a los suyos para que en la humildad y con un corazón abierto a la vida de la caridad podamos continuar llevando el evangelio a otros.
Para todos los sacerdotes que tengan un muy feliz día y que el Cura de Ars los siga protegiendo en su tarea pastoral. la virgen los guarde y Dios los bendiga a todos.
En sentido agradecimiento a los sacerdotes de esta casa, compartimos una fotografía tomada hace pocos días.
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P. Lucas García, Rector del Santuario de Luján