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Tercer domingo de Cuaresma: “Pero Él se refería al templo de su cuerpo”

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En este tercer domingo de Cuaresma la Palabra nos ilumina con una expresión del Evangelista San Juan muy profunda: “Él sabía lo que hay en el interior del hombre”. Jesús ha corrido a los que hacían del Templo un lugar de comercio, y se dedico a enseñar el sentido del nuevo Templo. El nuevo Templo es el cuerpo de Jesús, haciendo así que la humanidad misma sea un lugar privilegiado para el encuentro con Dios. Ante esas expresiones, los judíos comienzan a cuestionar a Jesús, y a poner sobre el sombras y juicios.

Esta palabra hoy es mas actual que nunca. Vivimos en un tiempo atravesado por la violencia, por los prejuicios y por la falta de tolerancia y empatía. Tanto el clima social como político y económico parecen hacer tensos los vínculos, lo que nos mueve a la necesidad de volver los ojos al eje de nuestra vida, al Señor. Ante la escena relatada por el Evangelio, Jesús dejo en manifiesto que las autoridades religiosas dudaban de la luz, dudaban de él, hoy pareciera que la luz parece querer ser apagada, extinguida.

San Ambrosio de Mila, decía respecto a las prácticas de la Cuaresma, que “partir el pan, porque, “aun cuando tu pobreza sea tan grande que no tengas más que uno solo, sin embargo, pártelo y da de él al pobre. También dice: Introduce en tu casa a los pobres que no tengan alberque, lo cual equivale a afirmar: Si hay alguno tan pobre que no tiene comida que dar al hambriento, prepárele un lecho en uno de los rincones de su casa”. Esto habla de lo que significa la expresión de Jesús respecto a que el autentico Templo es su propio cuerpo. Atender, servir al hermano y a la hermana es descubrir lo sagrado que en el habita. Esta es la raíz de la vida cuaresmal, el ayuno y la limosna están ordenadas a descubrir el valor de la humanidad, la dignidad humana. Cuando el Evangelio nos recordaba que Jesús conoce el interior del hombre, nos abre a este misterio de que ante el no podemos esconder nada, solo intentar cultivar, con su gracia, los pensamientos e intenciones rectas que se orienten a vivir para servir, para amar.

Que María de Lujan, quien supo hacer de su cuerpo un templo para que Jesús encuentre descanso, nos ayude a vivir este tiempo de cuaresma con mucha paz, alegría y esperanza.

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Buenos Aires (Luján), domingo 3 de marzo de 2024.

Tercer domingo de Cuaresma.

Por el P. Sebastián Ríos

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